HOCICOS Y HUELLAS

Os queremos enseñar a Tuerca, quizás el caso más complicado que hemos recogido, el estuvo años a cargo de un hombre que lo maltrataba, vivía atado a un poste con una cuerda que solo le permitía estar sentado porque no era lo suficiente larga para ponerse de pie, lo golpeaba diariamente y a penas le daba de comer. Tuerca llegó así, lleno de heridas, con unas escaras enormes en el culo, totalmente desnutrido, el pelo áspero y muy pobre y con un pavor terrible a los hombres.

Hizo falta tiempo, muchos gastos veterinarios y sobre todo mucho amor pero Tuerca se recuperó y cuando lo hizo parecía otro, un galgo imponente, musculoso de 40 kilos nada más y nada menos. Estuvo más de un año con nosotras y de verdad pensábamos que moriría con nosotras porque era de esos que ni si quiera nadie pregunta por él hasta que llegó Rosa a su vida y le ofreció un hogar donde (aunque creíamos que no era posible) es todavía más feliz que con nosotras, es el hombre mimado de la casa y tiene absolutamente todo lo que necesita.

Os contamos esto porque necesitamos ayuda, de todo tipo para poder continuar con nuestra labor, para seguir ayudando a todos los Tuercas del mundo.

Necesitamos socios porque los gastos de los animales que tenemos son muy grandes y no podemos soportarlos, donativos, padrinos y casas de acogida que son fundamentales en esta labor.

Nos negamos rotundamente a dejar de hacer lo que hacemos, a decir que no a casos que necesitan ayuda urgente y a dejar de rescatar animales que lo están pasando verdaderamente mal, pero para eso necesitamos vuestra ayuda. 

Con muy poco puedes colaborar y ayudarles mucho y hay miles de posibilidades, Hazte socio por la cuota mensual que tu quieras (la cuota mínima son 5€, que no son nada...), si quieres ayudar a un perro en concreto pero no puedes tenerlo en casa pos las circunstancias que sean apadrínalo y contribuye a que tenga la vida que se merece o se casa de acogida y ayúdanos a nosotras a rescatar y a ellos dándoles la posibilidad de tener un hogar mientras que encuentran a su familia definitiva.

Hay mil formas de ayudar y ellos te estarán siempre agradecidos.

Un ejemplo de esto es Valentín un Pointer de siete años que después de estar su primer año de vida cazando decidieron que no les servía más y lo encerraron en una jaula de apenas dos metros cuadrados, sin la higiene mínima, sin agua limpia y con comida cuando se acordaban de él hasta que nosotras lo rescatamos hace unos meses. Cuando fuimos a por él nos dijeron que ese perro iba a morir de pena, que nunca le habían visto mover el rabo si quiera... El mismo día que llegó a la residencia cambió totalmente, Valentín es el perro más feliz del mundo, solo quiere cariño, dar besos y correr. Tiene pavor a estar encerrado por lo que ha pasado y ni si quiera quiere entrar en su casita a dormir con los demás.

Se pasa el día jugando, corriendo y saltando y eso está empezando a ser un problema. Al principio engordó bastante y recuperó el tono muscula porque por primera vez en su vida estaba comiendo debidamente, pero se está quedando en los huesos, las analíticas dicen que está completamente sano y por mucho que le damos pienso de mejor calidad y le aumentamos la cantidad sigue adelgazando. Necesita urgentemente una casa de acogida que le obligue a descansar, un sofá y muchos mimos para recuperarse físicamente pero sobre todo por que se merece muchísimo conocer lo que es tener un hogar, que ya es hora.

✉ hocicosyhuellas@live.com☏  638672253 (Estefanía)